tag:blogger.com,1999:blog-1604366145455725781.post6473808017080487925..comments2023-05-06T14:02:17.356+02:00Comments on Mentiras&Sucedáneos: empieza el actoups!http://www.blogger.com/profile/00483306226188408743noreply@blogger.comBlogger93125tag:blogger.com,1999:blog-1604366145455725781.post-27622640781578481042010-10-11T18:57:14.868+02:002010-10-11T18:57:14.868+02:00Bienvenida psicomaga:
Las reflexiones sobre el tea...Bienvenida psicomaga:<br />Las reflexiones sobre el teatro de Jodorowsky me retrotraen a visiones rupturistas previas: Beckett, Ionesco y su inmediato precursor: Alfred Jarry. <br />Todos muy de mi gusto, obviamente.<br /><br />Espero que sigas por aquí, ilustrándonos.ups!https://www.blogger.com/profile/00483306226188408743noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-1604366145455725781.post-4535165587104708052010-10-11T13:44:29.476+02:002010-10-11T13:44:29.476+02:00Detestando como detestaba el teatro realista, empe...Detestando como detestaba el teatro realista, empecé a sentir repulsión hacia la noción de autor. No quería ver a<br />unos cómicos repetir un texto escrito previamente, prefería asistir a un acto<br />teatral que no tuviera nada que ver con la literatura. Me dije: «(...)Todo puede interpretarse y escenificarse.(...)<br />Pronto, el escenario en sí se me apareció como una limitación. Quise sacar al<br />teatro del teatro. Por ejemplo, imaginé una obra dentro de un autobús. El<br />público esperaba en las paradas y subía al autobús que recorría la ciudad. De<br />repente había que apearse y entrar en un bar, una maternidad, un matadero; en<br />suma, entrar donde estuviera ocurriendo algo y reanudar la marcha... (...). Más adelante, se me ocurrió la idea de que el teatro podía prescindir de los espectadores y no debía<br />comportar más que actores. Entonces organicé grandes fiestas en las que todo el<br />mundo podía interpretar. Finalmente, me pareció que interpretar un personaje<br />era inútil. El actor, pensé entonces, debe intentar interpretar su propio misterio,<br />exteriorizar lo que lleva dentro. Uno no va al teatro para escapar de sí, sino para<br />restablecer el contacto con el misterio que somos todos." <br /><br />Psicomagia. Alejandro Jodorowskyla maganoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-1604366145455725781.post-68089432227042667472010-10-11T13:41:16.609+02:002010-10-11T13:41:16.609+02:00No me gustaba el teatro psicológico, dedicado a im...No me gustaba el teatro psicológico, dedicado a imitar la «realidad». Para mí, ese teatro<br />llamado realista era una expresión vulgar en la que, pretendiendo mostrar algo de lo real, se recreaba la dimensión más aparente y también la más vacua y tosca del mundo tal como es percibido normalmente. Lo que se llama en general «realidad» no es sino una parte, un aspecto de un orden mucho más amplio. Me parecía -y me parece aún- que el teatro autodenominado realista se desentiende de la dimensión inconsciente, onírica y mágica de la realidad.la maganoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-1604366145455725781.post-88442436936548626082010-10-11T13:38:40.710+02:002010-10-11T13:38:40.710+02:00Este comentario ha sido eliminado por el autor.la magahttps://www.blogger.com/profile/01744500963325045432noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-1604366145455725781.post-13179266761269942122010-10-11T13:37:53.084+02:002010-10-11T13:37:53.084+02:00¡Finalmente, tenía la impresión de estar siendo di...¡Finalmente, tenía la impresión de estar siendo dirigido, manipulado por el muñeco! Esta relación tan profunda con los títeres hizo nacer en mí el deseo de convertirme en uno de ellos, es decir en actor de teatro.<br />¿De verdad cree que un actor se parece a un títere? Me parece discutible...<br />En cualquier caso, ésa era mi idea del teatro y del oficio de cómico.la maganoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-1604366145455725781.post-45873376614929553002010-10-11T13:37:07.164+02:002010-10-11T13:37:07.164+02:00¡Finalmente, tenía la impresión de estar siendo di...¡Finalmente, tenía la impresión de estar siendo dirigido, manipulado por el muñeco! Esta relación tan profunda con los títeres hizo nacer en mí el deseo de convertirme en uno de ellos, es decir en actor de teatro.<br />¿De verdad cree que un actor se parece a un títere? Me parece discutible...<br />En cualquier caso, ésa era mi idea del teatro y del oficio de cómico. No me gustaba el teatro psicológico, dedicado a imitar la «realidad». Para mí, ese teatro<br />llamado realista era una expresión vulgar en la que, pretendiendo mostrar algo de lo real, se recreaba la dimensión más aparente y también la más vacua y tosca del mundo tal como es percibido normalmente. Lo que se llama en general «realidad» no es sino una parte, un aspecto de un orden mucho más amplio. Me parecía -y me parece aún- que el teatro autodenominado realista se desentiende de la dimensión inconsciente, onírica y mágica de la realidad.<br />Porque, insisto, la realidad no es racional, por más que así lo queramos creer para tranquilizarnos. En general, los comportamientos humanos están<br />motivados por fuerzas inconscientes, cualesquiera que puedan ser las<br />explicaciones racionales que les atribuyamos luego. El propio mundo no es<br />homogéneo, sino una amalgama de fuerzas misteriosas. No retener de la realidad más que la apariencia inmediata es traicionarla y sucumbir ante la ilusión, aunque se disfrace de «realismo». Detestando como detestaba el teatro realista, empecé a sentir repulsión hacia la noción de autor. No quería ver a<br />unos cómicos repetir un texto escrito previamente, prefería asistir a un acto<br />teatral que no tuviera nada que ver con la literatura. Me dije: «¿Por qué<br />apoyarse en un texto llamado teatral, en una obra? Todo puede interpretarse y<br />escenificarse. Yo podría poner en escena el periódico del día, montar un drama<br />maravilloso a partir de la primera plana de un diario». Así empecé a trabajar y a<br />experimentar una libertad creciente. Como no pretendía imitar la realidad,<br />podía moverme a mi antojo, hacer los ademanes más extravagantes, aullar...<br />Pronto, el escenario en sí se me apareció como una limitación. Quise sacar al<br />teatro del teatro. Por ejemplo, imaginé una obra dentro de un autobús. El<br />público esperaba en las paradas y subía al autobús que recorría la ciudad. De<br />repente había que apearse y entrar en un bar, una maternidad, un matadero; en<br />suma, entrar donde estuviera ocurriendo algo y reanudar la marcha... Las experiencias<br />que realicé fueron después retomadas por otros. Cuando estaba<br />anunciado que mi espectáculo se desarrollaría en un teatro, a veces me llevaba a<br />los espectadores a los sótanos, a los aseos o a la azotea. Más adelante, se me<br />ocurrió la idea de que el teatro podía prescindir de los espectadores y no debía<br />comportar más que actores. Entonces organicé grandes fiestas en las que todo el<br />mundo podía interpretar. Finalmente, me pareció que interpretar un personaje<br />era inútil. El actor, pensé entonces, debe intentar interpretar su propio misterio,<br />exteriorizar lo que lleva dentro. Uno no va al teatro para escapar de sí, sino para<br />restablecer el contacto con el misterio que somos todos. El teatro me interesaba<br />menos como distracción que como instrumento de autoconocimiento. Por ello,<br />sustituí la «representación» clásica por lo que llamé «lo efímero pánico»."<br /><br />Psicomagia. Alejandro Jodorowskyla maganoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-1604366145455725781.post-13166845188465480962010-10-11T13:35:45.057+02:002010-10-11T13:35:45.057+02:00¡Finalmente, tenía la impresión de estar siendo di...¡Finalmente, tenía la impresión de estar siendo dirigido, manipulado por el muñeco! Esta relación tan profunda con los títeres hizo nacer en mí el deseo de convertirme en uno de ellos, es decir en actor de teatro.<br />¿De verdad cree que un actor se parece a un títere? Me parece discutible...<br />En cualquier caso, ésa era mi idea del teatro y del oficio de cómico. No me gustaba el teatro psicológico, dedicado a imitar la «realidad». Para mí, ese teatro<br />llamado realista era una expresión vulgar en la que, pretendiendo mostrar algo de lo real, se recreaba la dimensión más aparente y también la más vacua y tosca del mundo tal como es percibido normalmente. Lo que se llama en general «realidad» no es sino una parte, un aspecto de un orden mucho más amplio. Me parecía -y me parece aún- que el teatro autodenominado realista se desentiende de la dimensión inconsciente, onírica y mágica de la realidad.<br />Porque, insisto, la realidad no es racional, por más que así lo queramos creer para tranquilizarnos. En general, los comportamientos humanos están<br />motivados por fuerzas inconscientes, cualesquiera que puedan ser las<br />explicaciones racionales que les atribuyamos luego. El propio mundo no es<br />homogéneo, sino una amalgama de fuerzas misteriosas. No retener de la realidad más que la apariencia inmediata es traicionarla y sucumbir ante la ilusión, aunque se disfrace de «realismo». Detestando como detestaba el teatro realista, empecé a sentir repulsión hacia la noción de autor. No quería ver a<br />unos cómicos repetir un texto escrito previamente, prefería asistir a un acto<br />teatral que no tuviera nada que ver con la literatura. Me dije: «¿Por qué<br />apoyarse en un texto llamado teatral, en una obra? Todo puede interpretarse y<br />escenificarse. Yo podría poner en escena el periódico del día, montar un drama<br />maravilloso a partir de la primera plana de un diario». Así empecé a trabajar y a<br />experimentar una libertad creciente. Como no pretendía imitar la realidad,<br />podía moverme a mi antojo, hacer los ademanes más extravagantes, aullar...<br />Pronto, el escenario en sí se me apareció como una limitación. Quise sacar al<br />teatro del teatro. Por ejemplo, imaginé una obra dentro de un autobús. El<br />público esperaba en las paradas y subía al autobús que recorría la ciudad. De<br />repente había que apearse y entrar en un bar, una maternidad, un matadero; en<br />suma, entrar donde estuviera ocurriendo algo y reanudar la marcha... Las experiencias<br />que realicé fueron después retomadas por otros. Cuando estaba<br />anunciado que mi espectáculo se desarrollaría en un teatro, a veces me llevaba a<br />los espectadores a los sótanos, a los aseos o a la azotea. Más adelante, se me<br />ocurrió la idea de que el teatro podía prescindir de los espectadores y no debía<br />comportar más que actores. Entonces organicé grandes fiestas en las que todo el<br />mundo podía interpretar. Finalmente, me pareció que interpretar un personaje<br />era inútil. El actor, pensé entonces, debe intentar interpretar su propio misterio,<br />exteriorizar lo que lleva dentro. Uno no va al teatro para escapar de sí, sino para<br />restablecer el contacto con el misterio que somos todos. El teatro me interesaba<br />menos como distracción que como instrumento de autoconocimiento. Por ello,<br />sustituí la «representación» clásica por lo que llamé «lo efímero pánico»."<br /><br />Psicomagia. Alejandro Jodorowskyla maganoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-1604366145455725781.post-89915712377824163702010-10-11T13:33:39.420+02:002010-10-11T13:33:39.420+02:00¡Finalmente, tenía la impresión de estar siendo di...¡Finalmente, tenía la impresión de estar siendo dirigido, manipulado por el muñeco! Esta relación tan profunda con los títeres hizo nacer en mí el deseo de convertirme en uno de ellos, es decir en actor de teatro.<br />¿De verdad cree que un actor se parece a un títere? Me parece discutible...<br />En cualquier caso, ésa era mi idea del teatro y del oficio de cómico. No me gustaba el teatro psicológico, dedicado a imitar la «realidad». Para mí, ese teatro<br />llamado realista era una expresión vulgar en la que, pretendiendo mostrar algo de lo real, se recreaba la dimensión más aparente y también la más vacua y tosca del mundo tal como es percibido normalmente. Lo que se llama en general «realidad» no es sino una parte, un aspecto de un orden mucho más amplio. Me parecía -y me parece aún- que el teatro autodenominado realista se desentiende de la dimensión inconsciente, onírica y mágica de la realidad.<br />Porque, insisto, la realidad no es racional, por más que así lo queramos creer para tranquilizarnos. En general, los comportamientos humanos están<br />motivados por fuerzas inconscientes, cualesquiera que puedan ser las<br />explicaciones racionales que les atribuyamos luego. El propio mundo no es<br />homogéneo, sino una amalgama de fuerzas misteriosas. No retener de la realidad más que la apariencia inmediata es traicionarla y sucumbir ante la ilusión, aunque se disfrace de «realismo». Detestando como detestaba el teatro realista, empecé a sentir repulsión hacia la noción de autor. No quería ver a<br />unos cómicos repetir un texto escrito previamente, prefería asistir a un acto<br />teatral que no tuviera nada que ver con la literatura. Me dije: «¿Por qué<br />apoyarse en un texto llamado teatral, en una obra? Todo puede interpretarse y<br />escenificarse. Yo podría poner en escena el periódico del día, montar un drama<br />maravilloso a partir de la primera plana de un diario». Así empecé a trabajar y a<br />experimentar una libertad creciente. Como no pretendía imitar la realidad,<br />podía moverme a mi antojo, hacer los ademanes más extravagantes, aullar...<br />Pronto, el escenario en sí se me apareció como una limitación. Quise sacar al<br />teatro del teatro. Por ejemplo, imaginé una obra dentro de un autobús. El<br />público esperaba en las paradas y subía al autobús que recorría la ciudad. De<br />repente había que apearse y entrar en un bar, una maternidad, un matadero; en<br />suma, entrar donde estuviera ocurriendo algo y reanudar la marcha... Las experiencias<br />que realicé fueron después retomadas por otros. Cuando estaba<br />anunciado que mi espectáculo se desarrollaría en un teatro, a veces me llevaba a<br />los espectadores a los sótanos, a los aseos o a la azotea. Más adelante, se me<br />ocurrió la idea de que el teatro podía prescindir de los espectadores y no debía<br />comportar más que actores. Entonces organicé grandes fiestas en las que todo el<br />mundo podía interpretar. Finalmente, me pareció que interpretar un personaje<br />era inútil. El actor, pensé entonces, debe intentar interpretar su propio misterio,<br />exteriorizar lo que lleva dentro. Uno no va al teatro para escapar de sí, sino para<br />restablecer el contacto con el misterio que somos todos. El teatro me interesaba<br />menos como distracción que como instrumento de autoconocimiento. Por ello,<br />sustituí la «representación» clásica por lo que llamé «lo efímero pánico»."<br /><br />Psicomagia. Alejandro Jodorowskyla maganoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-1604366145455725781.post-67296735336483352192010-10-11T13:32:56.187+02:002010-10-11T13:32:56.187+02:00¡Finalmente, tenía la impresión de estar siendo di...¡Finalmente, tenía la impresión de estar siendo dirigido, manipulado por el muñeco! Esta relación tan profunda con los títeres hizo nacer en mí el deseo de convertirme en uno de ellos, es decir en actor de teatro.<br />¿De verdad cree que un actor se parece a un títere? Me parece discutible...<br />En cualquier caso, ésa era mi idea del teatro y del oficio de cómico. No me gustaba el teatro psicológico, dedicado a imitar la «realidad». Para mí, ese teatro<br />llamado realista era una expresión vulgar en la que, pretendiendo mostrar algo de lo real, se recreaba la dimensión más aparente y también la más vacua y tosca del mundo tal como es percibido normalmente. Lo que se llama en general «realidad» no es sino una parte, un aspecto de un orden mucho más amplio. Me parecía -y me parece aún- que el teatro autodenominado realista se desentiende de la dimensión inconsciente, onírica y mágica de la realidad.<br />Porque, insisto, la realidad no es racional, por más que así lo queramos creer para tranquilizarnos. En general, los comportamientos humanos están<br />motivados por fuerzas inconscientes, cualesquiera que puedan ser las<br />explicaciones racionales que les atribuyamos luego. El propio mundo no es<br />homogéneo, sino una amalgama de fuerzas misteriosas. No retener de la realidad más que la apariencia inmediata es traicionarla y sucumbir ante la ilusión, aunque se disfrace de «realismo». Detestando como detestaba el teatro realista, empecé a sentir repulsión hacia la noción de autor. No quería ver a<br />unos cómicos repetir un texto escrito previamente, prefería asistir a un acto<br />teatral que no tuviera nada que ver con la literatura. Me dije: «¿Por qué<br />apoyarse en un texto llamado teatral, en una obra? Todo puede interpretarse y<br />escenificarse. Yo podría poner en escena el periódico del día, montar un drama<br />maravilloso a partir de la primera plana de un diario». Así empecé a trabajar y a<br />experimentar una libertad creciente. Como no pretendía imitar la realidad,<br />podía moverme a mi antojo, hacer los ademanes más extravagantes, aullar...<br />Pronto, el escenario en sí se me apareció como una limitación. Quise sacar al<br />teatro del teatro. Por ejemplo, imaginé una obra dentro de un autobús. El<br />público esperaba en las paradas y subía al autobús que recorría la ciudad. De<br />repente había que apearse y entrar en un bar, una maternidad, un matadero; en<br />suma, entrar donde estuviera ocurriendo algo y reanudar la marcha... Las experiencias<br />que realicé fueron después retomadas por otros. Cuando estaba<br />anunciado que mi espectáculo se desarrollaría en un teatro, a veces me llevaba a<br />los espectadores a los sótanos, a los aseos o a la azotea. Más adelante, se me<br />ocurrió la idea de que el teatro podía prescindir de los espectadores y no debía<br />comportar más que actores. Entonces organicé grandes fiestas en las que todo el<br />mundo podía interpretar. Finalmente, me pareció que interpretar un personaje<br />era inútil. El actor, pensé entonces, debe intentar interpretar su propio misterio,<br />exteriorizar lo que lleva dentro. Uno no va al teatro para escapar de sí, sino para<br />restablecer el contacto con el misterio que somos todos. El teatro me interesaba<br />menos como distracción que como instrumento de autoconocimiento. Por ello,<br />sustituí la «representación» clásica por lo que llamé «lo efímero pánico»."<br /><br />Psicomagia. Alejandro Jodorowskyla maganoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-1604366145455725781.post-26805210225970946882010-10-11T13:31:43.457+02:002010-10-11T13:31:43.457+02:00¡Finalmente, tenía la impresión de estar siendo di...¡Finalmente, tenía la impresión de estar siendo dirigido, manipulado por el muñeco! Esta relación tan profunda con los títeres hizo nacer en mí el deseo de convertirme en uno de ellos, es decir en actor de teatro.<br />¿De verdad cree que un actor se parece a un títere? Me parece discutible...<br />En cualquier caso, ésa era mi idea del teatro y del oficio de cómico. No me gustaba el teatro psicológico, dedicado a imitar la «realidad». Para mí, ese teatro<br />llamado realista era una expresión vulgar en la que, pretendiendo mostrar algo de lo real, se recreaba la dimensión más aparente y también la más vacua y tosca del mundo tal como es percibido normalmente. Lo que se llama en general «realidad» no es sino una parte, un aspecto de un orden mucho más amplio. Me parecía -y me parece aún- que el teatro autodenominado realista se desentiende de la dimensión inconsciente, onírica y mágica de la realidad.<br />Porque, insisto, la realidad no es racional, por más que así lo queramos creer para tranquilizarnos. En general, los comportamientos humanos están<br />motivados por fuerzas inconscientes, cualesquiera que puedan ser las<br />explicaciones racionales que les atribuyamos luego. El propio mundo no es<br />homogéneo, sino una amalgama de fuerzas misteriosas. No retener de la realidad más que la apariencia inmediata es traicionarla y sucumbir ante la ilusión, aunque se disfrace de «realismo». Detestando como detestaba el teatro realista, empecé a sentir repulsión hacia la noción de autor. No quería ver a<br />unos cómicos repetir un texto escrito previamente, prefería asistir a un acto<br />teatral que no tuviera nada que ver con la literatura. Me dije: «¿Por qué<br />apoyarse en un texto llamado teatral, en una obra? Todo puede interpretarse y<br />escenificarse. Yo podría poner en escena el periódico del día, montar un drama<br />maravilloso a partir de la primera plana de un diario». Así empecé a trabajar y a<br />experimentar una libertad creciente. Como no pretendía imitar la realidad,<br />podía moverme a mi antojo, hacer los ademanes más extravagantes, aullar...<br />Pronto, el escenario en sí se me apareció como una limitación. Quise sacar al<br />teatro del teatro. Por ejemplo, imaginé una obra dentro de un autobús. El<br />público esperaba en las paradas y subía al autobús que recorría la ciudad. De<br />repente había que apearse y entrar en un bar, una maternidad, un matadero; en<br />suma, entrar donde estuviera ocurriendo algo y reanudar la marcha... Las experiencias<br />que realicé fueron después retomadas por otros. Cuando estaba<br />anunciado que mi espectáculo se desarrollaría en un teatro, a veces me llevaba a<br />los espectadores a los sótanos, a los aseos o a la azotea. Más adelante, se me<br />ocurrió la idea de que el teatro podía prescindir de los espectadores y no debía<br />comportar más que actores. Entonces organicé grandes fiestas en las que todo el<br />mundo podía interpretar. Finalmente, me pareció que interpretar un personaje<br />era inútil. El actor, pensé entonces, debe intentar interpretar su propio misterio,<br />exteriorizar lo que lleva dentro. Uno no va al teatro para escapar de sí, sino para<br />restablecer el contacto con el misterio que somos todos. El teatro me interesaba<br />menos como distracción que como instrumento de autoconocimiento. Por ello,<br />sustituí la «representación» clásica por lo que llamé «lo efímero pánico»."<br /><br />Psicomagia. Alejandro Jodorowskyla maganoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-1604366145455725781.post-65282003901450139292010-10-11T13:30:57.946+02:002010-10-11T13:30:57.946+02:00¡Finalmente, tenía la impresión de estar siendo di...¡Finalmente, tenía la impresión de estar siendo dirigido, manipulado por el muñeco! Esta relación tan profunda con los títeres hizo nacer en mí el deseo de convertirme en uno de ellos, es decir en actor de teatro.<br />¿De verdad cree que un actor se parece a un títere? Me parece discutible...<br />En cualquier caso, ésa era mi idea del teatro y del oficio de cómico. No me gustaba el teatro psicológico, dedicado a imitar la «realidad». Para mí, ese teatro<br />llamado realista era una expresión vulgar en la que, pretendiendo mostrar algo de lo real, se recreaba la dimensión más aparente y también la más vacua y tosca del mundo tal como es percibido normalmente. Lo que se llama en general «realidad» no es sino una parte, un aspecto de un orden mucho más amplio. Me parecía -y me parece aún- que el teatro autodenominado realista se desentiende de la dimensión inconsciente, onírica y mágica de la realidad.<br />Porque, insisto, la realidad no es racional, por más que así lo queramos creer para tranquilizarnos. En general, los comportamientos humanos están<br />motivados por fuerzas inconscientes, cualesquiera que puedan ser las<br />explicaciones racionales que les atribuyamos luego. El propio mundo no es<br />homogéneo, sino una amalgama de fuerzas misteriosas. No retener de la realidad más que la apariencia inmediata es traicionarla y sucumbir ante la ilusión, aunque se disfrace de «realismo». Detestando como detestaba el teatro realista, empecé a sentir repulsión hacia la noción de autor. No quería ver a<br />unos cómicos repetir un texto escrito previamente, prefería asistir a un acto<br />teatral que no tuviera nada que ver con la literatura. Me dije: «¿Por qué<br />apoyarse en un texto llamado teatral, en una obra? Todo puede interpretarse y<br />escenificarse. Yo podría poner en escena el periódico del día, montar un drama<br />maravilloso a partir de la primera plana de un diario». Así empecé a trabajar y a<br />experimentar una libertad creciente. Como no pretendía imitar la realidad,<br />podía moverme a mi antojo, hacer los ademanes más extravagantes, aullar...<br />Pronto, el escenario en sí se me apareció como una limitación. Quise sacar al<br />teatro del teatro. Por ejemplo, imaginé una obra dentro de un autobús. El<br />público esperaba en las paradas y subía al autobús que recorría la ciudad. De<br />repente había que apearse y entrar en un bar, una maternidad, un matadero; en<br />suma, entrar donde estuviera ocurriendo algo y reanudar la marcha... Las experiencias<br />que realicé fueron después retomadas por otros. Cuando estaba<br />anunciado que mi espectáculo se desarrollaría en un teatro, a veces me llevaba a<br />los espectadores a los sótanos, a los aseos o a la azotea. Más adelante, se me<br />ocurrió la idea de que el teatro podía prescindir de los espectadores y no debía<br />comportar más que actores. Entonces organicé grandes fiestas en las que todo el<br />mundo podía interpretar. Finalmente, me pareció que interpretar un personaje<br />era inútil. El actor, pensé entonces, debe intentar interpretar su propio misterio,<br />exteriorizar lo que lleva dentro. Uno no va al teatro para escapar de sí, sino para<br />restablecer el contacto con el misterio que somos todos. El teatro me interesaba<br />menos como distracción que como instrumento de autoconocimiento. Por ello,<br />sustituí la «representación» clásica por lo que llamé «lo efímero pánico»."<br /><br />Psicomagia. Alejandro Jodorowskyla maganoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-1604366145455725781.post-57332111226594946872010-10-11T13:30:07.094+02:002010-10-11T13:30:07.094+02:00Después de haberme presentado sin invitación, quis...Después de haberme presentado sin invitación, quisiera presentarles a un reciente conocido, un personaje digno de este carnaval: el señor Alejandro Jodorowsky, que dice así:<br /> "Por lo que a mí concierne, abandoné la poesía propiamente dicha para dedicarme al teatro.<br />¿Cómo tuvo lugar esa transición?<br />El amor al acto me llevó a crear objetos. Entre otros, unos títeres de los que<br />pronto me enamoré. Ante todo, veía en el títere una figura esencialmente metafísica. Me encantaba ver que un objeto que yo había fabricado con mis propias manos se me escapaba. Desde el momento en que metía la mano en el títere para animarlo, el personaje empezaba a vivir de una manera casi<br />autónoma. Yo asistía al desarrollo de una personalidad desconocida, como si el<br />muñeco se valiera de mi voz y de mis manos para tomar una identidad que ya le era propia. Me parecía realizar un oficio de servidor más que de creador.la maganoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-1604366145455725781.post-35466063633177351652010-10-11T13:26:58.072+02:002010-10-11T13:26:58.072+02:00Permanezcan atentos a la escena, la acción podría ...Permanezcan atentos a la escena, la acción podría tomar un giro inesperado (no hagan demasiado ruido para que los actores permanezcan ajenos a nuestra presencia). Las madres, quieran a sus hijos y cuídense ustedes (ellos se lo agradecerán). El esforzado autor/pensador/animador/alborotador/removedor de conciencias: gracias por abrir la puerta a este pisito de Gila (pero...cuántos invitados están en esta fiesta?) Abrazos a todosla maganoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-1604366145455725781.post-51808341229987726022010-06-24T13:21:01.978+02:002010-06-24T13:21:01.978+02:00Ohlalá! que lugag de integnet más integesante... t...Ohlalá! que lugag de integnet más integesante... très bien, très bien, cuàtro tb... Crggeo muá que me voy a quedag pog aquí a haceg gala de mi insupegable pluma...<br />Desogientada, mon amour, pagece usted una intetgesante mademoiselle con espigitu y acegtado crggiterio prggopio (no como otrggas)... gecuegde que siemprgge nos quedagá Paggís, una ciudad dónde el Gps piegde su sentido y es gecomendable pegdegse...<br />Lo que han hecho aquí con el pobrgge Antognito es una grand injustice, hay mucha envidiè, el es un autentico mesié..<br />au revoir, hasta prggonto..Nosoyantognito, tengo bigote y sombreronoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-1604366145455725781.post-75392065656510809362010-06-23T19:21:17.381+02:002010-06-23T19:21:17.381+02:00Dios, Dios, Dios. ¡Qué mareo!.
Por favor, vainas r...Dios, Dios, Dios. ¡Qué mareo!.<br />Por favor, vainas relajaros...<br />Me cae simpático Antoñito, porque me parece un personaje que se le ha escapado al autor y fue evolucionando de Antuan a Toño que me parece mucho más cercano y que tiene (el pobre) una madre peor que la reforma laboral.<br />Culebra, anda hazle un favorcito para ver si se calma, debe estar muy estresá.<br />Shshshsh...WARNING, virus en el sistema.<br />Toñito el virus Josemari ni me lo mentes. Salud y República.La Desorientadanoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-1604366145455725781.post-82017295861695899362010-06-23T16:44:44.441+02:002010-06-23T16:44:44.441+02:00Desorientada, tú no por favor. Has caído en los te...Desorientada, tú no por favor. Has caído en los tejemanejes de Toñito, te tiene embobada con sus retorcidas artimañas, ¿acaso te has olvidado ya de como habla de Nimeacuerdo?.<br />Lo único que pretende con tanta lisonja es desbancar a Tú y hacer a saber qué cosas con Yo entre bambalinas...<br />Por cierto, he visto como suplantabas al apuntador y confundías a Tú. Ups!, reclamo un nuevo GPS para la Desorientada, el suyo tiene un virus.El/la tripartito/anoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-1604366145455725781.post-55608260222147333342010-06-23T16:38:25.221+02:002010-06-23T16:38:25.221+02:00ainssss...
pobichiño...
;-P
jajajajjajaaainssss... <br />pobichiño...<br />;-P<br />jajajajjajaamiradahttps://www.blogger.com/profile/14973615607069475578noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-1604366145455725781.post-89441396643200642492010-06-23T12:09:36.493+02:002010-06-23T12:09:36.493+02:00Ayyyyyyyyyy!!!!!... que perra es la vida!!!!... no...Ayyyyyyyyyy!!!!!... que perra es la vida!!!!... no te puedes fiar ni de una madre.... <br />Con vuestras piedras haré yo mi pared... o ¿cómo era aquello?... Da igual!!!!.... no pienso cambiar, nací redondo y pelota, ¡qué le voy a hacer!... me exilio, me cambio de país, me piro a dónde sepan reconocer mi talento, lo excelso de mi incomprendida prosa y la dulzura de mi verbo sincero que no adula sino que canta sublimes verdades dirigidas hacia quien blablablabla blablabla (......)en este país de vagos... muchomásblablablá....la deforma laboral es muy blanda(.......) citando a mi admirado josemaría ...blablabla... (.......) una caja de no caducados....blablablá y eso sin contar con que siempre he sido un buen eppañó.<br /><br />He dicho. La función puede continuar.Toñito exiliado e incomprendidonoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-1604366145455725781.post-81789971881819033652010-06-23T11:49:44.540+02:002010-06-23T11:49:44.540+02:00Miradinha, no hace falta que te disculpes,tienes r...Miradinha, no hace falta que te disculpes,tienes razón y en la familia tampoco lo podemos ni ver... ¡Cuántas veces me habré arrepentido de haberme tomado aquel chinchón cuando estaba embarazada!!!!... En casa ya lo hemos nombrado persona non-grata y... a la p. caaaalle.... <br />Culebra, nos ha quedado una habitación libre y mi marido pasa muchas horas fuera, visítame cuando quieras, tú tb eres un arrastrao, pero tienes otra cosa, otro glamour, otra cultura... (bueno, sobre todo otra cosa).<br />Y... na, que al final me he enganchado yo al teatro, así que tb espero que continúe el acto...La ex-mamá de Toñitonoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-1604366145455725781.post-63930481393453616152010-06-23T01:02:10.529+02:002010-06-23T01:02:10.529+02:00Pues yo digo que esto es un actus interruptus de m...Pues yo digo que esto es un actus interruptus de manual. <br /><br />(Ya ves Miradinha, prenda, que sé hasta latín)culebranoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-1604366145455725781.post-50322453808346027422010-06-23T00:19:37.759+02:002010-06-23T00:19:37.759+02:00A mi me cae fatal el Toñito ese,...
bua neno, don...A mi me cae fatal el Toñito ese,... <br />bua neno, donde esté el desbrothy o el steve o el culebra que se quite ese ...<br />(lamento que tenga que leer esto mamá de Toñito, de corazón me ponen de nervios los chivatos lameculos, pisacabezas...)<br /><br />Se puede seguir mirando el acto, ¿o no?, que para eso me llamo mirada, no bocaza... <br />;-)miradahttps://www.blogger.com/profile/14973615607069475578noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-1604366145455725781.post-59199699767350912362010-06-22T21:43:16.206+02:002010-06-22T21:43:16.206+02:00Uy... Desorientada... ese misma historia le contab...Uy... Desorientada... ese misma historia le contaba yo a mi Toñito cuando no era más que una inocente criaturita...Garbancitoooo... Garbancitoooooo. Era su cuento preferido, se lo sabía de memoria pero siempre me hacía repetírselo...<br />Y...Sí, sí sé qué voy a hacer con él, lo primero, echarle de casa... ¡que ya está bien!, tooodo el santo día encerrado en el baño... en fin, que por mucho amor de madre que le tenga mi paciencia ha llegado al límite final...la mamá de Toñitonoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-1604366145455725781.post-27163701365094431762010-06-22T19:56:11.497+02:002010-06-22T19:56:11.497+02:00¡¡¡Toñiiitooo!!! ¿Dónde estás? ¿En la barriga de l...¡¡¡Toñiiitooo!!! ¿Dónde estás? ¿En la barriga de la vaca? ¿Dónde no se oye ni se ve nada?.<br />LLevo tres días llamándote. Me perdí en un tercer acto, cuando mi gps dejó de funcionar y no he vuelto a orientarme hasta hoy. <br />Buscaba tu ayuda porque siempre confié en lo buen chico que eres. Has sabido cumplir con una gran dignidad unos servicios mínimos de los que todo el mundo huyó. Espero que la ups deje de ser una avarienta y te pague con leuros contantes y sonantes.<br />Mis plas, plas, plas y ja, ja, ja para ti Toniño, has crecido tanto como vaina que ni el Debrothy ni tu madre van a saber que coño hacer contigo. <br />Aviso urgente a las demas vainas: regresen pronto o el Toñito se las comerá. Por ahora está siendo el chico de la pelicula.La desorientadanoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-1604366145455725781.post-85819423465895541742010-06-22T11:23:48.473+02:002010-06-22T11:23:48.473+02:00Coooooodigos penales...
Toooooooogas.....
Faaaaaaa...Coooooodigos penales...<br />Toooooooogas.....<br />Faaaaaaaallos judiciales.....<br />Creeeeeeema de maaaaaaaanos......Bedelnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-1604366145455725781.post-89766734552448045102010-06-22T11:21:36.099+02:002010-06-22T11:21:36.099+02:00Eso ya es otra cosa. Tú mimmo...
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Culeee...Eso ya es otra cosa. Tú mimmo...<br />.....<br />..<br />.<br />Culeeeebraaaaaa... te necesito.Nimeacuerdonoreply@blogger.com