sábado, 19 de noviembre de 2011

pim pam pum

Para cuando intentamos alcanzar el colegio electoral ya habían minado el acceso con burbujas antipersonas.


espéculos

La jornada será como un espejo ante el que algunos candidatos reflexionan.
La mayoría, sin embargo, solo se refleja.

subfragio

¡Ciudadanos!
¡Ciudadanas!
Mañana no olviden que la macroeconomía necesita su microvoto.

viernes, 18 de noviembre de 2011

la simiente

Nos piden que seamos el papel que se consume en el recuento.
Llenemos las urnas de semillas y brotémosles dentro.

lunes, 14 de noviembre de 2011

uno x ciento

Aquel magnate nunca -repito- nunca quebraba la ley.
Resultaba más fácil contratar parlamentarios para que se la flexibilizaran.



jueves, 20 de octubre de 2011

hinojos




En el escenario, el presente.
Alguien se yergue.

- ¿Qué...?¡Cuidado! Baja de ahí, por lo que más quieras, hijo, dame la mano, baja... así, despacio, despacio. ¡Pero cómo se te ocurre subir así...
- ¿No los oyes? Dicen... que somos seres bípedos...Todos. ¡Si me ayudas, todavía puedo volver a levantarme!
- ¡Para! ¿De verdad crees que si fuera tan fácil mantenerse de pie estaríamos deambulando de rodillas?
- ¡Escucha ese crujir! Hay más gente encaramándose a sus plantas...¡Aúpame!
- Déjalo ya. Vete a casa y preocúpate de conservar tus rodilleras. 

Si salen a gatas,
desaparece el futuro del escenario.

lunes, 21 de febrero de 2011

co(n)sentimiento colectivo

Lamentablemente- nos dijeron- a partir de mañana tendremos que reconvertirles en Clicks de Playmobil:

Estarán incapacitados para coger impulso, saltar a la cuerda, caminar sobre un bordillo, ponerse de puntillas para alcanzar el último estante.
No volverán a toquetearse la mejilla, a hacer un corte de mangas al mundo, a aplaudir o a alcanzarse la entrepierna.
No podrán llevar anillos, ni estrecharse las manos, ni chuparse la salsa de los dedos. Ni entornar los ojos.
Ni sacar la lengua.

Pero no se preocupen, por convenio se les garantiza una sonrisa irreprimible, irrenunciable y, francamente, indeleble.


jueves, 13 de enero de 2011

sin perspectiva

Fue aquel año que cayó sin escrúpulos sobre la ciudad sin urbe. De tanto mirar hacia abajo en el breve trayecto que va de la rutina a la vida, Esperanza perdió los ojos.

En vano, palpaba y palpaba el surco de lo extraordinario buscando algo con que llenar sus cuencas vacías (allí no había más que énfasis con códigos de barras). Permaneció agachada revolviendo promesas hasta que sus dedos aprendieron a ver aquís, a ver ahoras.

Así, sin perspectiva, en cada superficie que toca encuentra una veta de horizonte.