1. Colóquese frente a la moral con las piernas separadas y los pies en posición de paso.
2. Agáchese doblando las rodillas, la espalda debe permanecer recta.
3. Agarre la moral con sumo cuidado.
No la agite.
No la apriete.
No deje que se le escurra entre los dedos.
4. Acérquela lo más que pueda a su cuerpo flexionando los codos.
5. Espire lentamente mientras se incorpora, manteniendo la moral estable contra su pecho.
6. Con pasos cortos, aproxímese todo lo posible al lugar donde desea situarla.
Recuerde que una ubicación por encima de su cabeza no es recomendable: dificulta las labores de limpieza y aumenta el riesgo de desmoronamiento.
7. Deposítela con suavidad y acomódela, asegurándose (mediante cuñas, cinchas o cualquier otro sistema de anclaje) de que la moral no pueda volver a caerse.
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Helio...
ResponderEliminarHelio, el que tienes en las venas, Achucha, jaja.
ResponderEliminarFdo.
la chucha
gracias ucha por estos regalicos tuyos, probé a levantarme, la moral. He de decir que funciona en el esfuerzo, pero como no quedó bien sujeta allá donde la puse, estaba demasiado pendiente de ella y a cada tanto le echaba una ojeada... este no es el objetivo supongo. De todos modos gracias bonica!!
ResponderEliminarPues nada, voy a tener que inventar un método para mantener la moral bien alta (lo de hincharla con helio va a ser la mejor opción, aunque corramos el riesgo de que se nos pinche o vuele tan alto que la perdamos definitivamente).
ResponderEliminarBicos, anoniminch.
POR FIN PODEMOS LEER LO QUE TE PASA POR LA CABEZA!!!
ResponderEliminarA FALTA DE FACEBOOK CREO QUE ME VOY A ENGANCHAR A TU BLOGCITO
BESOS
lili
¿Y si la tienes tan baja que no la encuentras cómo la subes?
ResponderEliminarMuy bueno capulla...
La casi recuperada y no de la moral...
Gracias por averiguar y compartir el secreto. Ya no hay disculpa para milongas, por mucho que nos guste el tango!
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